Nos movemos, la gran pregunta es, ¿en que estado estamos? Se suele decir que cuando acaba algo, solo queda esperar, no buscar nada y entonces, derrepente, cuando crees que la desesperación te puede, que todo está acabado, que seguirá pasando el tiempo con la normalidad pasmosa de siempre, sucede algo. Un chispazo. Se supone que hay que hacerle caso, no dudar y decir que si, soltarse. Pero, ¿si no es un chispazo bueno? es decir, tiene defectos, como todo.
La verdad, no deberíamos de analizar las cosas, el análisis destruye el conjunto. Se supone, que cuando aparece algo, sin que lo llames o lo esperes, deberías lanzarte, atreverte con eso nuevo que quiere formar parte de ti. Porque si cumple todas las expectativas de algo que se supone que será bueno, porque tú no lo habías planeado, tan solo esperabas que pasara, tendría que ser bueno ¿no? Aunque, claro, como es lógico al pensar en lo nuevo, recuerdas lo viejo, y en ocasiones hay una espinilla, una intuición que te dice, que no acabó del todo y entonces, no sabes si avanzar o seguir, saltar a la piscina o esperar otra señal.
Decisiones, decisiones...
1 comentario:
te sigo!!
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