Hay algo que nos mueve desde pequeños, desde siempre más bien. Desde el día en que metemos la pata en esta pocilga.
De pequeños íbamos al parque y queríamos la moto del niño de al lado. Le cogíamos "prestada" la barbie a la niñita de los chichitos, y la nuestra la tirábamos al suelo. Llevábamos nuestra pelota y queríamos la de el otro. ¿Por qué? Porque era más grande que la nuestra. Ahora queremos la camiseta de Carhartt porque es mejor que las que usamos, y los que las llevan triunfan. Nos compramos unos Dickies porque causan más furor entre los demás. Nos martirizamos si vemos a la persona que queremos hablando con otra; y hasta llegamos al punto de odiar que nuestros amigos prefieran a otros que a nosotros mismos.
¿Y qué provoca todo eso? Los celos, los puñeteros celos. Nos siguen desde pequeños, unos tienen la clave para controlarlos mejor que otros, pero los que no... a esos los celos los matan. Los celos es algo que nos seguirá siempre, para algunos sirve de barrera, para no debilitarse; a otros los hacen más fuertes. ¿Y me preguntáis como se hace para intentar prevenirlos? Os diré que eso es cosa de la mente de cada uno, de la fuerza que tengamos cada uno para creer en nuestras posibilidades e intentar vencerlos.
Pd: Dedicado a Noemí, que me pidió que escribiera un texto sobre este tema.
miércoles, 5 de mayo de 2010
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2 comentarios:
A mi me matan los celos.
Me ha abierto mucho los ojos este texto ana :)
unbesazo!
Es...me has echo emocionar con este texto sabes?
TEAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOO rana
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