Este es uno de otros tantos textos que hago, otro más que va dirigido a ti, aunque tú probablemente no lo leerás, quien sabe; la verdad, me importa poco si lo haces.
Tendrían que pagarme por cada texto, por cada tiempo perdido pensando en ti y reflejándolo siempre aquí, en palabras. Llevo escritos más de treinta y cinco textos, y en todos, apareces tú.
Aquí solo voy a dejar plasmada la única verdad y la única realidad de todo esto. Tú has llenado mi vida, has llenado mi libro, cada una de las páginas que lo forman; y ahora me toca empezar otro nuevo, como si fuera una saga. Yo de ti tan solo he sido un capítulo más, pero no me voy a martirizar, me llega con saber que he formado parte de tu libro, aunque solo fuera un capítulo.