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jueves, 23 de diciembre de 2010

Carta nº2

Esta carta no es para que me recuerdes ni para decirte nada nuevo, es simplemente para dejarte constante lo que pasa en el presente, lo mucho que te quiero y lo mucho que me importas.
Han pasado años desde que nos vimos por primera vez, y cuanto han cambiado las cosas. No cambio absolutamente nada de todo lo que ha habido en ese tiempo. Tú eres la viva imagen de la palabra amistad y de todos sus aspectos.
A partir de este verano tu vida y la mía han dado un giro de 360º. Y han cambiado las cosas. Te ha aparecido la oportunidad de tu vida y con ella muchisimas cosas, decisiones, sonrisas, lágrimas.. ¿Qué te voy a decir yo? Ahora mismo tu nueva casa está a 549 km de la mía... que para muchos, se dirá pronto. ¿Pero sabes que es lo bueno? Que tú estas todos los días conmigo, porque te llevo en el corazón; porque tus problemas, tus cosas, tus virtudes, tus manías, tu vida... son la mía, porque tú formas parte de mi, entonces tu vida es la mía y viceversa.
Cada vez que te asomes a la ventana, bajes las escaleritas del edificio y veas llover, acuérdate de mi. Porque cada gota será un "te quiero" que te mando desde aquí, la ciudad de Cristal.
Yo estaré en cada caída, en cada levantamiento, en cada jugada, en cada momento importante, no sé si físicamente será posible, pero si mentalmente. Nunca te voy a dejar atrás ni solo, aunque no dudo que nunca llegarás a estar solo, porque tienes muchos amigos y un gran equipo. Pero yo estaré también, porque creo que soy lo atípico de tu típico de cada día. Y en muchos momentos he sido lo primero, lo típico y aunque ahora, por circunstancias tenga que ponerme al margen, pero al menos estoy ahí, tú sabes que soy importante.
Nunca me olvidaré de el primer día que por sorpresa te fui a visitar a Vitoria y me dijiste una frase, en unas escaleras, en un momento cualquiera: "Todavía no me creo que estés aquí, conmigo." En esas ocho palabras no pronuncias la palabra "te quiero", "única", "increíble" no.. pero detrás de unas simples ocho palabras y de la cara que pusiste y de el abrazo que me diste después de pronunciarlo, me dijiste muchas cosas que no hace falta decir con palabras. Yo me quedo con eso y te doy las gracias, es un recuerdo precioso que no olvidaré nunca.
Te quiero Carlos, de esa manera en la que solo se puede querer a un delimitado grupo de personas. Tú eres de esas, y siempre será así. Me has ayudado, apoyado, enseñado, valorado, admirado, defendido, mimado, levantado... con los años te has ganado una habitación particular en mi corazón y créeme cuando te digo que es irreemplazable y siempre será, tú habitación, la nuestra.
Nunca dejes que te digan que eres incapaz de hacer algo, y persigue siempre tu sueño, lucha por el, porque habrá baches, a las cosas grandes se llega con cansancio, pero se termina llegando. Y quizá en unos años, yo tendré esa entrada para ver al Caja Laboral en tercera fila :)

PD: Ayer, hoy, mañana y siempre. ( L )


domingo, 19 de diciembre de 2010

"Cuando era pequeño solía sacar sobresalientes, y pensaba, imaginaba, un montón de cosas que podría hacer cuando fuera mayor. Ahora que lo soy no he consigo nada de lo que tenía pensado". En mi opinión, nuestra solidez, y nuestras facilidades para irnos enfrentando a las adversidades de la vida, depende de nuestros padres, de lo que nos pueden proporcionar y de lo que nosotros, podemos hacer con ello. Los mios me pueden proporcionar el suelo y las paredes.. mi meta, con los años, es conseguir crear un techo y amueblarlo todo. Todo ello llevará sacrificio. Y no importa las notas que saques en la facultad, ni en el instituto ni mucho menos en el colegio. Importa la manera en como lo consigues. No me voy a meter con los cerebritos que sacan sobresalientes, vosotros habréis podido sacar todos los dieces que habéis querido sin dificultad alguna, pero ¿teneis lo que queréis? Puede que el que saque dieces tenga virtudes para estudiar, memorizar y de memoria fotográfica; pero, ¿Qué hay del resto? Eso solo es una parte de todo lo que hace falta, vale, si, es una parte bastante importante, es el suelo y la pared, pero tienes que mostrarle a los demás que lo tuyo es mejor que el del resto, que tu techo y tus paredes son de cemento y no de paja. Una buena presentación, capacidad de socialización, estrovertividad, optimismo y mucha, mucha fuerza.

Tú, lector, que estás leyendo esto al pie de la letra, esperando que resuelva este trabalenguas y tus dudas sobre este tema, ¿Tienes esas virtudes? ¿O te has quedado en el seis? Bien, pues no te preocupes, con esto quiero decir, que las personas que no tenemos la inteligencia suficiente, solo llegamos a ser listos, también podemos. No importa las notas que saques mientras eres adolescente, no importan los premios que ganes ni las medallas que consigas. A nadie le va a importar. Solo a tus padres y a los amigos que estuvieron allí.
Lo que de verdad importa, es lo que has llegado a aprender mientras hacías todo eso. Y ese es el gran problema de la sociedad, no aprender nada con todo eso. Solo raíces cúbicas, hipotenusas, que Afrodita mantuvo relaciones con el dios de la guerra y que Shakespeare fue un gran personaje en la historia de la humanidad.
Pues bien, pestañea, límpiate los ojos y mira lo que quieres, lo que tienes, lo que puedes llegar a ser, la gente que puedes ayudar con tus virtudes y la que te puede ayudar a ti. Las cosas que vas viviendo, como las vas viviendo, mientras que te vas construyendo para llegar, simplemente, a sentarte en un asiento de la universidad para empezar ahí, a comenzar ser alguien.

jueves, 16 de diciembre de 2010

&

Las cosas pasan una vez en la vida, porque si. Hay millones de momentos que esperan ser la primera vez, pero hay que saber ver y elegir cual si merece la pena. La vida son los detalles, billones de detalles pequeños en cosas simples que nos rodean: el vecino de enfrente, los tres azucarillos en el café del de la mesa de alado, la margarita en medio de cien rosas, el trofeo escondido entre botellas... La vida son los detalles, de los cuales nos quedaremos con los que marcaron una primera vez, la primera vez de algo.
Yo particularmente no decidí enamorarme, paso y punto. Como cuando compras la lotería sin saber que número te va a tocar y derrepente sucede, te toca. Son cosas que no eliges, que te llenan de gracia en un momento de tu vida y la llenan de luz, y que solo sucede una vez, por eso hay que mirar la parte buena.
Yo llegué a estar a tres metros sobre el cielo, pero solo me paso una vez. Habrá mas, claro. Pero no sera igual. Pero cuando pasa, es marabilloso, notas que te falta el aire, que el tiempo vuela y que el cielo es el mejor sitio donde se podría estar.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Mira, observa, analiza y ¡Decide tú lo último!

Mi madre siempre me estaba diciendo: el amor, el chico de tu vida, ese que te dice que tú eres su vida, que lo más bonito eres tú, tu sonrisa y esos ojos, no existe. Hay imitadores de esos chicos, pero en realidad no existe ningún hombre así... pero no te preocupes- decía - ahora no busques. Solo mira, observa y ataca. Disfruta de la vida y ya encontrarás a ese hombre, ese que un día traerás a casa y con el que irás a pasar un fin de semana por ahí, el que por el día sea divertido, romántico y seductor, y por la noche saque al lobo feroz. El que probablemente no te compre un collar ni cosas por el estilo, porque eso solo pasa en las películas, pero si ese que te invite al cine y a pequeños caprichitos, y bueno, quien sabe, un día, uno especial, vuestro día o el día de tu cumpleaños, o el de tu santo del que nunca te acuerdas... te sorprenda y te compre algo. Y que no pare de decir que te quiere.
Pero si estas cansada de mirar.. entonces observa, analiza y escoge. Busca a ese chico, pero no al chico que haga todo lo que te he dicho. No. Busca a uno que haga lo que he dicho pero dándole retoques y haciéndolo son su toque de gracia. Busca ese que no haga lo que hacen los de las películas para parecerse a Brad Pitt, ni a Mario Casas, busca a uno que haga su propio guión, y que sea vuestra historia; que probablemente no la vayan a conocer como la historia de Lucas y Sara, ni la de Cata y El Duque, pero será vuestra historia y tendrá más mérito, porque vuestros impulsos y reacciones serán reales, y no habrá nadie detrás de cinco focos de luz diciendo: ¡Acción!