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martes, 30 de octubre de 2012

Cree en ti y los demás también lo harán

Es cierto eso de que lo que llegue a hacer una persona nos llega a afectar. Alguna gente lo lleva mejor, tiene más capas de fortaleza que otros, también no todas las opiniones nos afectan… pero en ocasiones nos llegamos a conformar con el trato que recibimos. Pueden llegar a rebajarte tanto que terminas creyéndoles y creyéndote tú todas sus mentiras. Si te tratan como un trapo, tú te considerarás como un trapo también. Tenemos que aprender a querernos más… la sociedad va en decadencia y nosotros nos dejamos llevar por ella, metiéndonos cada vez más en este mundo negativo y deprimente. 

sábado, 27 de octubre de 2012


En su día no le hice un huequito aquí, así que va siendo hora.  A mi madre, que a veces parece mi hermana pequeña, un pilar imprescindible de mi vida, que aunque yo pueda estar sin ella más tiempo que el que puede ella estar sin mi, es la conversación diaria que necesito, el beso de buenas noches que nadie te da, las bromas que te hacen sentir mejor si el día fue malo. Creo que es vital, necesario llevarte bien con tus padres y yo puedo decir que lo hago, a veces cuesta, con uno más que con otro, pero hay que perdonárselo, al fin y al cabo, son nuestros padres. ¿Quién nos vas a querer más?
 Por ser una mujer tan fuerte, por aguantar tantas cosas que has aguantado, por esas ganas de juntar siempre a la familia y por esa mala leche que he heredado de ti, cuando se trata de temas injustos. Cada viaje que hemos hecho y seguimos haciendo, cada cosa que me pasa y te cuento, que por muy bien que mienta, algunas no se ocultarlas y me lo notas en la cara; y que aunque me duela, será cierto que a lo mejor, eres la persona que mejor me conoce de todas. Gracias mamá por todo, por ser la mejor madre del mundo.  
Te quiero.


Foto: Con mi madre en Karlovy vary, un sitio realmente precioso y acogedor. 

lunes, 22 de octubre de 2012


Un día te das cuenta de que tal vez aquello que se ha marchado de tu vida, quizás era lo que necesitabas en ella. Pero ¿Cómo haces para que vuelva? Cuando hablamos de sentimientos nada está claro. Los sentimientos son tan inciertos, tan cambiantes… Si destrozamos el corazón de alguien, ¿Cómo pretendemos volver a ganarnos el derecho  a merecernos otra vez un lugar en el? Lo peor es que a veces no hemos perdido el lugar sigue siendo nuestro, pero en el corazón de esa persona  quema, está dejando cicatriz, comprimiéndolo cada vez más. Lo único que quiere la otra persona es irse olvidando de a quien pertenecía ese cacho, para seguir y dejar hueco para lo que venga.
Entonces te das cuenta. Has perdido el derecho a entrar ahí. "Quien se fue a Sevilla perdió su silla". Ya no es tu turno, le toca tirar los dados a la otra persona y escoger que fichas mover. 

Foto: En mis últimas vacaciones en Praga, una vista preciosa de la ciudad al atardecer.