Seguidores

viernes, 20 de enero de 2012

Un camino.

Cuando pasa el tiempo lo primero que haces yo creo que es analizar y ver todo lo que llevas cosechado. En ese momento del camino, te giras y ves todo  lo que arrastras, lo que traes contigo, lo que sigues manteniendo, las cosas que sobran, lo que hiciste, los fallos y los aciertos. En ese camino que cada vez se va haciendo más grande detrás de ti, hay personas.
Familia, amigos… La primera pase lo que pase va a estar ahí, siempre. La verdad nadie ningún filosofo, científico o simplemente persona, ha analizado nunca y llegado a la conclusión de porque la familia siempre se mantiene ahí, a pesar de los conflictos que en ella puede haber. Se mantiene. Sin explicaciones ni razones, lo hace y punto. Porque la familia es esa casa de campo a la que puedes volver siempre en cualquier momento, hayas obrado bien o mal, no importa, siempre eres bien recibido. En cuanto a lo segundo… Bueno, para que deciros nada, mirarlo vosotros. Observar sin miedo, venga, mirar, giraos. Bien, mirar a los amigos que teníais cuando erais unos inocentes e indefensos niños. Tierno ¿verdad? Vale avanzamos un poco y se va restando gente y sumando otra. Seguimos avanzando.  Hay grupos, o perteneces a uno, o tendrás el tuyo propio en el que todos marcaran sus odiosas, avariciosas, malignas y codiciosas miradas. Serás un punto flaco dentro de una sociedad de personas. Sigues y sigues mirando y se han ido muchos amigos, se han quedado los de verdad, por que según pasa el tiempo, la gente como en el dominó va cayendo. Solo quedan los más fuertes, los que saben jugar sus posiciones. Y ahí ves, los logros y los fallos que has tenido en tu trayecto, y compruebas quienes son los amigos de verdad, los que se quedaron  ahí, tanto si había tormenta o calma. Los buenos amigos te abrazan cuando estás mal, un gran amigo, te agarra la mano y no te recuerda lo que atormenta tu mente, simplemente esta ahí, en el asiento del copiloto.
Durante todo el trayecto se va quedando gente, pero otra se ha quedado, son pasado, ya no importan, están tan atrás dentro del camino que apenas los puedes percibir.
Entonces sigues andando otro poco más, el poco que toca y te giras. Y vuelves a comprobar los amigos que estaban ahí, los que se quedaron. Que bello…No hay nada como la amistad verdadera ¿no es cierto? Es como la casa del jardín que todos necesitamos. Es la escapada de la familia, la otra mentalidad, la parte de la vida que hay que saborear si se pretende vivir bien.
Todos recorremos un largo camino. Cada vez se va haciendo más y más largo. Ese camino nos define. Porque el camino, somos nosotros, en el intento hacia la felicidad, hacia la vida.

martes, 3 de enero de 2012

Un beso de Navidad.

Un beso de fin de año, de comienzo de uno mejor... Uno en medio de la calle, con bufanda de lana, pies fríos, nariz roja por el frío, manos entrelazadas y unas luces navideñas de fondo. Un árbol enorme con adornos con una estrella doradas en la parte superior. Un beso ideal, un beso de Invierno, un regalo navideño, un microsegundo...Mágico, porque eso es lo que sería.Y a más de mil kilómetros, bajo unos elevados edificios con carteles luminosos, luces de colores, árboles navideños de gran tamaño y Santas Claus con campana anunciando que quedan solo unas milésimas....Dos enamorados y una pantalla gigante inician una cuenta atrás.
Cinco, cuatro, tres- Un mirada intensa.- dos,- Una sonrisa tonta.- uno.
Y el beso que sella un fin y un principio.