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domingo, 30 de enero de 2011

Un mundo de puñales, mentiras y traiciones.

Una persona puede cambiar la vida y la dirección de una persona, en cinco días, a veces en uno. Mi vida dio un cambio dos veces, que me hizo plantearme las cosas, otra vez. Nos pasamos los días disfrutando, viviendo nuestra rutina, nuestro mundo rosa, azul, morado o verde.. viendo como otras personas destrozan lo que hacía tantos años habían estado cosechando. Y derrepente ocurre. Encendemos el televisor y solo vemos, problemas, destrucción, crisis, guerras... un mundo que crece en las cosas de ocio y va en descenso en las vitales. No pensamos que un día nos toca a nosotros. Hasta que toca. El vecino de la esquina muere de sobredosis junto con otros jóvenes en una discoteca,  el padre de Nerea hace días que dejó de conducir en la tierra, y esas personas que tú creías, amigas, compañeras, hermanas.. te apuñalan por la espalda. Que curioso.. antes mirabas como se apuñalaban las demás y no entendías como podían hacer eso, ahora te tocó, y escuece, lo asimilas, pero no lo entiendes.

-Con que facilidad renunciamos a lo que hasta hacía poco tiempo, era de las mejores cosas que teníamos.-

jueves, 27 de enero de 2011


Creo que el amor está aquí y allá, que no entiende de barreras ni de edades. En el amor da igual como sea uno, todo vale. En el amor no necesariamente gana la más guapa y el más fuerte. Ganamos todos. El amor mueve masas, mueve sonrisas... el amor mueve. Que pena que el amor no contagie en plan cupido, que dos enamorados, se besen, miren a dos personas y surja la chispa. Hay millones de personas, y muchos caminan solos todavía, esperando.. que pena. ¡Todos esperamos ser amados! Nos falta valor, a unos y a otros, para juntarnos, para dejar de caminar solos, para empezar.


-Me apetece empezar. ¿Empezamos?

lunes, 24 de enero de 2011

24 de Enero de 2011.

¿De qué manera esperamos que un corazón continué latiendo, cuando le han quitado las razones de hacerlo? El corazón es un músculo que actúa de forma impulsiva, sin mandarle hacer nada, sin moverlo o pararlo, actúa. Se acelera, palpita, va lento.. dependiendo de los impulsos y las ordenes que el cerebro le mande. Y el cerebro, en mi opinión, es el órgano más peligroso del ser humano. Dentro de el almacenamos toda la información de nuestra vida, todos los detalles, las fechas, las palabras, imágenes.. Unos especialistas, dijeron hace poco, que los sentimientos actúan en el cerebro a modo de droga, que un dolor psicológico, puede llegar a destrozarnos más como personas que el dolor físico. También dijeron que el amor alimenta de vida a todo el cerebro, es decir, lo nutre, y hace que todo funcione con ganas, rapidez y pensamientos buenos, e intente olvidar o dejar en la segunda fila los malos. Al cabo de un rato dijeron que la pérdida de un ser querido, un desengaño, una mentira o una traición, pueden llegar a paralizarlos la mitad del cerebro, o parte de él y su funcionamiento. Y es verdad, el dolor te hace ver las cosas que dejaste en la segunda fila más claras, y te barniza un poco, las que tú veías como perfectas y no lo eran. Te hacen analizar cada acción, cada mísero movimiento fallido, y formularte la pregunta del millón: "¿Por qué?".
Porque el dolor tiñe todo de negro, o de gris.. porque el dolor no entiende de gamas de colores. El dolor te hace empezar otra vez, fijarte otra vez, no fallar otra vez.. pero empezar implica muchas cosas, muchas ideas, muchos análisis. Y el dolor te crea un muro, un muro de piedra que tu creas. Dicen que al otro lado las vistas y la vida son mejor, pero toda la mierda se almacena, y se hace grande, y es complicado derrumbarla, por eso muchos nos quedamos atrás del muro, o pasamos, pero al pasar eso quedará ahí, cada vez que mires hacia atrás, porque formará parte de lo recorrido. Y duele, muchas veces duele.

lunes, 17 de enero de 2011

Excepciones que confirman la regla.

+Ven aquí, conmigo..
-No puedo, son las diez de la noche, pero te juro que iría.
+Es que, ya te estoy echando de menos y quiero mimos.
-Si estuviera ahí dentro de un rato ¿Qué harías?
+Abrazarte y besarte.
-¡Eres preciosa! Me tengo que ir, te amo.
Pasó un rato, ella seguía on-line, pero él ya no estaba. Seguía vagueando mirando sin mirar, las distintas páginas. 20 minutos. Se aburría. Sonó el teléfono. Era él. A veces a la noche, se llamaban. Cogió.
+Hola- dijo en dos sílabas casi gritando de la euforia. 
-¿Sabes qué? Estoy enfrente de un portalón enorme...
+¿A, sí? Y.. ¿Qué haces ahí?
-Pues la verdad, esperando a que una chica preciosa me abra... y me diga hacia donde dirigirme para llegar al número catorce.
+¿Estás aquí?- no se lo creía, ella no era partidaria del famoso "Y vivieron felices para siempre", del príncipe azul que era sapo, ni nada de eso. Pero soñar es gratis, y el podía estar en el portalón esperando entrar en los chalets.
-Si, estoy fuera. Esperándote.
+Voy ahora. Baja hacia abajo y sigue recto.- estaba eufórica. Sus padres en casa, y vestida de cualquier manera, con el pantalón del pijama. El estaba ahí. Había ganado puntos. Le daba igual el día cansado que había tenido, se le fueron todos los dolores. El chico que quería estaba en la puerta del su casa, esperándola.
Bajó las escaleras, abrió la puerta y ahí estaba él. Sonriendo. Se abalanzó sobre él y él la cogió, haciendo girar a los dos mientras se besaban. Pasó. Tal vez los príncipes azules no existan., pero si excepciones que confirman la regla, y tal vez el fuera la excepción, o más bien, ella fuera su excepción.



sábado, 8 de enero de 2011

Su perdición

Le gustaba su boca, esos labios, tenía unos labios... diferentes, eran jugosos, pero no perdían la fuerza de unos labios, ni la dulzura en un beso, tenían lo que tenían que tener. Y después tenía ese arma, su arma más peligrosa. El arma que más miedo le daba a ella, con el que temía enfrentarse.... tenía una sonrisa preciosa. Él lo negaba, pero ella no podía evitar perderse, en un simple gesto, uno que significa demasiadas cosas, y más para ella.
Una sonrisa, mil cosas, un signo, felicidad.


-Yo que fui poeta del sufrimiento, verdadera enviada de amor incierto.-