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lunes, 26 de diciembre de 2011

Que alegría más tonta.


Era algo inexpicable. Diferente, extraño... Nuevo. Una sensación que te iba desde la punta de los pies hasta el rincón mas profundo del cerebro, era una parálisis pero tonta. Era estar a 17 grados y subir a unos 21 por segundo. Seguridad. Tener  las ideas claras y alterar el orden  y la dirección e uso de las palabras y provocar reacciónes extrañas: palabras estúpidas, gestos infantiles y movimientos idiotas. Era una sensación que te hacia sentir como en casa. Era algo tan simple y complejo como un abrazo. Eso era, un abrazo. La diferencia con el resto de abrazos es que no era un abrazo cualquiera, era "el abrazo", de él.


5 comentarios:

Juan Manuel Romera dijo...

Qué alegría más tonta
estar viéndolas venir,
qué bonita tu boca,
qué paz, qué bien, vivir
Qué vivan los idiotas
que nos hacen reir,
que ridículo es callarse cuando quieres decir
Que estás bien cuando todo va mal
que sólo me sale cantar
mientras se matan ahí fuera
y las cabezas vuelaaaaaaan (8)

sigue sonriendo así,que con cara de "pomes agres" no se va a ningún lado xD
Un saludo y Felices fiestas! =)

poetadebotella dijo...

Que dure esa alegría!:)

Keila dijo...

no es una alegria tonta, entiendo totalmente la alegria de ese abrazo! :).

por cierto,primera vez que paso por tu blog, me gusto mucho :)

Мartha P. dijo...

Los gestos que nos hace esa persona suelen ser dignos de una alegría tan tonta:)
Unbesito.

Juliana dijo...

me encanta tu bloggg, ya te estoy siguiendoo. un beso enorme, te espero en el mio !