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lunes, 22 de octubre de 2012


Un día te das cuenta de que tal vez aquello que se ha marchado de tu vida, quizás era lo que necesitabas en ella. Pero ¿Cómo haces para que vuelva? Cuando hablamos de sentimientos nada está claro. Los sentimientos son tan inciertos, tan cambiantes… Si destrozamos el corazón de alguien, ¿Cómo pretendemos volver a ganarnos el derecho  a merecernos otra vez un lugar en el? Lo peor es que a veces no hemos perdido el lugar sigue siendo nuestro, pero en el corazón de esa persona  quema, está dejando cicatriz, comprimiéndolo cada vez más. Lo único que quiere la otra persona es irse olvidando de a quien pertenecía ese cacho, para seguir y dejar hueco para lo que venga.
Entonces te das cuenta. Has perdido el derecho a entrar ahí. "Quien se fue a Sevilla perdió su silla". Ya no es tu turno, le toca tirar los dados a la otra persona y escoger que fichas mover. 

Foto: En mis últimas vacaciones en Praga, una vista preciosa de la ciudad al atardecer.

1 comentario:

Gustavo Aguilar Alterno Espiraaaal dijo...

Muy lindo todo esto, y mejor la foto, que suerte poder ir a esos lugares =D