Uno de los hombres más sabios del
mundo dijo: "Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el
resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa." Lo que Gandhi no
dijo es cuando era esta teoría efectiva, en que momento entraba en vigor. Para
nuestra persona un esfuerzo total es una victoria completa pese a nuestro
fracaso en ello, pero hay muchos ámbitos en los que esta teoría se queda
meramente en unas bonitas palabras. Luchar por algo y no conseguirlo. Tropezar
siempre no es satisfactorio, es frustrante. En el colegio siempre importa más
el número que sale en el margen superior derecho del papel que el tiempo
invertido en esforzarte porque dicho número sea cada vez más alto. No importa
el esfuerzo del día a día, total ese esfuerzo solo lo conoce uno mismo
realmente. En lo personal, dar siempre para mantener a todo el mundo contento
no siempre tiene como recompensa lo que uno quiere, no siempre se obtiene todo
lo que se da y por más actos de buena fe que realices, a veces la vida se
olvida de devolvértelos de una manera u otra.
Entonces todos nos quedamos con
la idea de que la recompensa se encuentra en el esfuerzo y de que esto tiene
que bastar, pero no basta. No es suficiente. Aunque a los de alrededor les
valga para hacernos sentar bien, personalmente no llega. No obstante, nunca hay
que rendirse ¿no?
Si llevas luchando contra el
viento demasiado tiempo y estás en el tramo final ¡Qué más da un poco más de biruje¡
Es el último cacho, es el aire más fuerte pero después de ahí no hay más.
1 comentario:
Sigues igual de genial. Hoy precisamente me siento muy identificada con tus palabras, pero el esfuerzo de vez en cuando debe de tener alguna recompensa, si no, en mi opinión y a nivel personal, podemos venirnos abajo... Me alegro de haberte leído de nuevo :)
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