Nosotras somos seis, si seis, peculiar número.. no somos el típico trio de tres niñas o un grupo de cuatro, no, somos seis. Seis. Nos conocimos con cuatro años aproximadamente y hace años, nos volvimos a juntar y seguimos aquí, como siempre, al pie del cañón. Hemos pasado juntas muchas, muchísimas cosas... con apenas catorce años vivimos experiencias que otros alcanzan con dieciséis. Pasamos tardes, mañanas y noches, cenas y comidas, veranos largos e inolvidables, inviernos, otoños y primaveras, cines, paseos, compras, san juanes... unos buenos otros no tanto, lloramos y nos reímos como unas enanas y eso si, multitud de locuras.
Cada una de nosotras es diferente, no podría describiros con una palabra yo creo, la verdad es que sois únicas todas y cada una de vosotras. Somos todas diferentes y a la vez muy iguales. Gracias por compartir años y multitud de horas, millones de minutos y billones de segundos a mi lado. Sois la suerte de mi vida.
Gracias por formar parte de mi pasado, construirme como persona y ayudarme para el futuro.
Mucha gente encuentra gente con quien compartir fiestas, las horas de su existencia y a quien contarle las cosas, pero la inmensa mayoría de esa gente no entiende el significado de amistad. Amistad es pensar inconscientemente en las mismas personas. Tener recuerdos buenos y bonitos y ver a esa gente en ellos.
Es saber que números marcar cuando estamos mal, números que están las veinticuatro horas del día disponibles.
Niñas... no sé bien que poner aquí la verdad. Simplemente que sois maravillosas todas, que todas aportáis algo al grupo y a mí, y cuando estamos juntas, creamos algo.. un hilo que nos une a todas de una forma inexplicable. Empezamos a hacernos mayores, a tener que elegir por nosotras mismas, a separarnos un poco para empezar a contruir nuestro futuro, pero ¿sabéis? es bonito, es bonito ayudarnos, llamarnos y aunque cada una vaya a estar en un colegio distinto, seguir como siempre... saber que el sábado significa bajar, seis y gente o simplemente seis. Lo bonito es ver que pasan los años y las experiencias y seguimos teniendo el mismo apoyo de hace muchos años, viendo que pasa gente por la vida de cada una, gente que se va, otra se queda para formar parte de nuestra cajita roja particular; pero que nosotras seguimos ahí. Y cuando pasen cincuenta y seis años y estemos con arrugas, nos presentaremos a nuestros hijos, seguiremos quedando para tomar cafés en la que tenga la casa más grande de las seis, y mirando como nuestros hijos o nuestros nietos, forman algo tan resistente, como la amistad que nosotras creamos desde nuestra adolescencia.
Somos seis mejores amigas, sois mis pilares, mi suerte, mi vitalidad y mis ganas de vivir.
Irene, Alba, Iria, Ana y Andrea, gorditas os amo.
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